jueves, 19 de agosto de 2010

Atrapando el Sol


Tengo una fuerte apatía hacia los jóvenes vacios, me atraen mucho las barbas, las personas especiales y la música vieja. Tengo cuadernos sin terminar, tengo miedos no definidos y muchas ganas de aprender sin estudiar.

Creo seriamente y desilucionada que no he nacido para saber amar a un hombre, eso llena mis manos de dudas.

Amo con la locura la pizza y como dije una vez por ahí, me vestiria y lavaría mis dientes con pizza.

Me he decidido firmemente a ahorrar plata, tal vez así consiga escapar pronto. Guardo papeles que no me dicen nada y a la vez todo. Ella me dijo que tengo un imán para personas tristes porque transmito paz. Unas voces exigentes que me decían de lejos: ''¡No te olvides que te queremos!'' Nuevamente estoy desconcertada. Estoy retrocediendo. Viviendo lo que otra vez me aterraba. Mi creciemiento está en PAUSE.

Cancer por aquí, cancer por allá. Todas las semanas un viaje de tres horas por el cancer. Y así vencemos la naturaleza, ¿habrá algo que nos pueda salvar? Nadie entiende que no estoy disponible. Quisiera comer almendras con jugo, quisiera llenarme de frescura y esperanza.

Y yo sigo esperando que las caricias vengan hacia mi y asi mismo no muestro mi necesidad.

Una flauta de cristal vendría bien para arrimar algunas melodias a estas tierras... y la telepatía pronto se acaba.

Cruzo cotidianamente una plaza que refugia a personajes sin protagonismo, que muestra aguas cristalinas y verde para volar.

A diario encuentro personas sufridas, personas que hacen sufrir y algunos corazones inocentes.

Las personas sufridas me motivan a ser yo, me motivan a amar. Las que hacen sufrir simplemente los descarto antes de salir dañada y los corazones inocentes son los que mas vida me dan.

Disfruto mis minutos de caminata, donde oigo mi música, sonrio, camino a paso lento y examino a cada ser humano sin siquiera tener que mirarlo. Luego el paseo se convierte en mi nuevo desafio.

Y así continúa la existencia, dias alegres y días nostálgicos. Dejando escapar risas, guardando lágrimas para la privacidad y agregando sueños para caminar.